Pusineri sabe que arranca relegado pero no se rinde. "Espero demostrarle al Tolo que puedo jugar", dice. La foto de su último gol compite para ser la mejor del año. FACUNDO DE PALMA - HERNAN RUSSO | fdepalma@ole.com.ar; hrusso@ole.com.ar Fue el último gol que convirtió con la camiseta de Independiente.
¿Fue el último?
El 21 de febrero, Lucas Pusineri se rompió la garganta para gritar el 1-0 en el clásico contra Racing, el primero de los dos que el Rojo le ganó a la Academia en 2009. Minuto tres, salto casi a la par con Guillermo Rodríguez para ganarle a Claudio Yacob, testazo con el parietal derecho que se le metió a Gustavo Campagnuolo. Delirio. Y el éxtasis que fue captado por la lente de un fotógrafo de Olé, Juano Tesone, quien con ese festejo de Pusineri compite en un concurso por la mejor imagen del año que entregará la Asociación Internacional de Diarios Deportivos (ver Festejo...). Como si la carrera de Pusi en el Rojo tuviera un plus, una constante sobrevida, esta foto lo vuelve a poner en el rol protagónico que el propio San Lucas se ganó en este club. Claro que no está blindado y sabe que deberá remarla muy desde atrás para recuperar terreno en la consideración de Américo Gallego.
"Tengo contrato por seis meses más y la idea es continuar, así que esperemos que se puedan dar las cosas. Para nada me molesta que se hable de la llegada de refuerzos, porque en todos los clubes grandes siempre hay recambio. Espero poder demostrarle al Tolo que puedo jugar. La gente me quiere mucho, yo también los quiero a ellos, y siempre estoy a disposición para lo que necesiten. Veremos cómo fluyen las aguas y luego decidiremos", le dijo Pusineri a Olé.
El volante tiene seis meses más de contrato con Independiente y, por ende, el 4 de enero se presentará en Villa Domínico para iniciar la pretemporada. Y podría darse que el 8 le pregunte al técnico si lo tendrá en cuenta. Por lo pronto, la escasa participación que le dio el Tolo en el Apertura no es un buen indicio: lo convocó en diez de los 19 partidos, y sólo en seis jugó. Y en la última fecha, contra Lanús, no lo concentró. Es más: en el entorno del futbolista aseguran que el diálogo con el técnico no es el mismo que solían tener en épocas felices, como cuando Pusineri convirtió el recordado gol del empate ante Boca que lo dejó a las puertas del título en el Apertura 2002. Eran tiempos en los que Gallego contaba que, como homenaje, había comprado una foto que le habían sacado con Lucas...
Tampoco lo ayudó el esquema táctico, puesto que el DT se inclinó por un solo 5 (Acevedo), lo que relegó a Pusi. Y entre los relevos, el entrenador priorizó a los pibes Vittor y Godoy. Con 33 años, a Lucas no le sirve estar seis meses con poca acción. Había proyectado retirarse en Independiente. Y no quiere irse por la puerta de atrás. Burruchaga lo pretende para Arsenal Es el ídolo y su dilema...
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